En 1904 definió la receta definitiva de su bíter. Como hizo con la receta de su gin, Ferdinando nunca revelará las fórmulas de sus licores, que quedarán conservadas en sus notas, incluyendo al menos un centenar de procedimientos para las creaciones más diferentes, con variaciones y correcciones.
Un bíter agradable y fragante, resultado de delicados equilibrios que lo hacen único, complejo y armonioso: desde las notas cítricas de naranja hasta las notas especiadas de canela y clavo, con un toque de regaliz y una nota fresca de menta.
Pero lo que distingue el sabor de Amaro 1904 es la manzanilla, una pequeña flor capaz de dar profundidad y aroma al licor.
La etiqueta moderna recuerda el estilo futurista en boga en ese momento, enriquecido de un efecto táctil que completa la degustación donde participan todos los sentidos.